Teniendo frente a mi una semana en la que me enfrento a un examen por día reconozco que salir ayer, aunque solo fuese hasta las dos, no fue una de mis mejores ideas y puedo asegurar que si me llaman ahora para ir a tomar el aperitivo no les costara mucho convencerme, aun sabiendo que eso tampoco es una buena idea.
Pero eso no es muy grave, al fin y al cabo he tenido cuatro meses para prepararme los examenes, que lo haya hecho o no es otra cosa pero tiempo he tenido.
No, mi perdición y lo que no tendría que haber hecho es tomarme un par de copas ayer, repletas de hielos, frias como solo puede estarlo el whisky con cola, de esas que notas que te bajan por la garganta y todo tu cuerpo se estremece, teniendo el constipado que tengo. Estoy convencido que las placas que viven en mi garganta se lo pasaron anoche mejor que yo.
Hoy nadie se enfadará conmigo por borde, no puedo ni hablar.
Sonando: Blue Monday - New Order (live@Reading 93)