Siempre he sido madrugador, nunca he tenido problemas para levantarme cuando me correspondía. Aunque me hubiese acostado cuatro horas antes podía levantarme para ir a clase, o a trabajar, o a lo que fuese. Pero esas cuatro horas las dormía del tirón y relajado, ponía la cabeza en la almohada y reaccionaba con el despertador.
Ahora no. Hoy he dormido de 12 de la noche a 2 de la mañana y desde entonces hasta las 5 y 15, que me he metido en la ducha aburrido de estar en la cama, me he dedicado a contar los pliegues de mi persiana, 38 por si les interesa.
Me apunté al gimnasio para intentar solucionar esto, y aunque ayer me machaqué lo que no esta en los escritos (el infierno es una clase de spining interminable), hoy me encuentro con sólo dos horas de sueño, cinco en dos días y calculo que unas quince desde el jueves para enfrentarme a un largo día
Odio cambiar el turno de trabajo cada semana
Sonando: Psycho Boy Jack - Dust Brothers
Escrito por Iñaki a las 30 de Marzo 2004 a las 08:36 AMEs lo que tienen los turnos, sobre todo si llevas haciéndolo desde hace poco. Finalmente te acostumbrarás. ü~~
Escrito por jasp a las 30 de Marzo 2004 a las 11:40 AMLe mandaré un cd con mis nanas de mayor éxito, no fallan.
Descanse al menos.