Cuando se escribe una cosa de estas, siempre se tiene la tentación de caer en "el diario de un chico trabajador". Pero claro, uno no tiene la clarividente visión del mundo de mi tocayo Ignatius así que muchos días no tengo nada que contar. Seamos sinceros, ningún día tengo nada que contar, sin embargo de esa misma rutina surgió la idea de este sitio y de ahí su título.
Ahora bien de un tiempo a esta parte la rutina es mayor y apenas salgo de estar mal del estomago, me constipo y ahora me encuentró en la oficina recubriendo el teclado de mocos.
Sin embargo, debo sobreponerme. Esta tarde empieza expofriky y tengo que conseguir que me dibujen un conejo
Escrito por Iñaki a las 25 de Noviembre 2004 a las 11:09 AMLo que más me gusta de los blogs es su capacidad de equilibrio entre hacerte parecer guay y mediocre por igual.
Por esa razón debemos seguir escribiendo nuestras miserias.
Mñn nos vemus
Escrito por Pablo Gamo a las 26 de Noviembre 2004 a las 12:03 AM