El ladron de orquideas

Prodigios y portentos

El autobús no estaba en la parada, algo no estaba bien ya que a esas horas de la madrugada siempre esta esperandome. En ese momento ya supe que iba a ser un dia extraño. En realidad no fue en ese momento, fue media hora antes, justo cinco minutos antes de que sonase el despertador.

Me desperté con esa sensación incomoda que me transmiten mis sueños ultimamente. En él había perdido el autobús ya que no llegaba, y cuando llegaba yo no podía cogerlo ya que no tenía pantalones, ante la sorpresa de la familia que había estado esperandolo conmigo. Después de esto empezó a llover y yo decidí no ir a trabajar. En ese momento encontré de nuevo mis pantalones, pero no podía volver a casa y me dedicaba a vagar por las calles de mi antigua urbanización esquivando a mis padres ya que había echo pellas del curro. En ese momento me levanté y mi primer pensamiento fue: "Hoy no puedo ir a trabajar"

Mi sentido de la responsabilidad me pudo pero que al llegar a la estación de autobuses me tocase esperar lo considere una señal. El segundo sello se abrió al no encontrar ningún ordenador que funcionase en la oficina. Lo definitivo ha ocurrido a media mañana, cuando mi estomago se ha rebelado.

En ese momento he sabido que mis sueños son premonitorios y debo hacer caso siempre de mis primeras impresiones, por lo que he recogido mis bartulos para volverme a casa.

Sonando: Solar Sister - The Posies