Ahora no llego a casa hasta las cinco de la tarde, lo cual es un adelanto y un lujo frente a las ocho que llegaba antes. Aunque oficialmente no puedo por regla general me tomo un descanso del trabajo a eso de las dos para comer algo rapidamente, pero hoy estaba hasta las cejas de trabajo y no he podido.
Por eso cuando a las cuatro estaba esperando el tren, me he sacado mi bocata y he empezado a comermelo en la estación. El ejecutivo agresivo que tenía sentado al lado ha levantado la vista de su ordenador portatil. Podía notar como su mirada recoría el jamón que sobresalía de los laterales. Si me hubiese concentrado seguro que oía como segregaba saliva cual perro de Paulov.
Una reacción normal teniendo en cuenta la hora. Así que imaginad cuan grande ha sido mi sorpresa cuando al girarme para ofrecerle un poco de mi bocata, se ha puesto colorado como un tomate y ha vuelto a teclear como un poseso.
Tanto estres no puede ser bueno.
Sonando: So Fine - Guns 'n' Roses (¡regresion adolescente!)
Escrito por Iñaki a las 14 de Septiembre 2004 a las 07:17 PM