Mi querida y amada jefa llevaba aplazando una reunión desde hace tiempo, desde antes de que yo me fuese de vacaciones en realidad, y no ha tenido mejor idea que ponerla esta tarde. Justo el mismo día que yo comenzaba mis clases de francés. Asi que he comenzado el curso llegando tarde. Nada mejor para congraciarse con la profesora. Y no he llegado diez minutos tarde, no, he llegado una hora tarde a una clase de dos. Genial.
Según iba en el tren me lo iba temiendo, sabía que iba a entrar en clase y me iba a convertir en el centro de atención, que me haría todas las preguntas y quedaría patente mi inutilidad para pronunciar y daría el espectaculo.
Así ha sido. He llegado, mi profesora de este año es como la profesora Rottenmeyer, aunque luego hablando con ella parece maja, y se ha emepezado a cachondear de mi, a hacerme preguntas y yo me esforzaba por hacer las Liasons.
Bueno, al menos ya me conoce toda la clase.
Escrito por Iñaki a las 14 de Octubre 2004 a las 11:16 PM