El problema de estar apuntado en veinte cosas es que el cuerpo, de vez en cuando, se resiente, la adrenalina se agota y me encuentro a punto de dormirme por la calle.
Sin embargo, mi mayor preocupación no es que me pueda dormir en el metro y dar la vuelta completa a la linea 6, o que me siente en un banco y me quede con la mirada fija en el infinito y unas viejecillas digan "pobrecillo, que mala es la droga".
No, esos son cosas que se pueden superar. Lo peor es que en esas circunstancias todas mis defensas se viene abajo, con lo que mi yo más básico sale a la luz. Me guio sólo por instintos, y hago lo que siepre he deseado hacer pero las convenciones sociales y mi exquisita educación me impiden realizar.
En estas circunstancias me he encontrado en la cola para pagar, con un Ipod en la mano, y metodos para financiarmelo en mi cabeza.
Necesito descansar, y bloquear mi tarjeta de credito antes de que haga alguna estupidez con ella.
Pero que bonito es el Ipod.
Una de las frases de esas que cambían aqui al lado cada vez que refrescas es de "Desde que era pequeño, siempre quise ser un gangster" de Uno de los nuestros
Ayer, con la rabía acumulada de haberme quedado sin entradas para ver a REM, tuve que llamar a un niñato al que mi madre ha alquilado un apartamento. No es sólo que este pagando tarde y mal, es que los vecinos nos han llamado para quejarse del comportamineto y las fiestas. Miedo me da ir a ver como estará el piso.
Así que mezclando mi mejor parte de Abe Simpson ("no me gusta nada la pinta de esos jovenzuelos") con una mas que correcta aproximación a Joe Pesci, para realizar una llamada amenazante.
No estoy demasiado convencido de que sirviese de nada, es la sugunda vez que le avismaos en tres meses, y los más probable es que tenga que reclutar a un par de muchachos para hacerle una "visita", pero me quede de un agusto soltandole todo mi mosqueo al imbecil este.
No tengo ni idea de música. Yo no tengo oidos, tengo orejas, no entiendo de melodías ni composiciones sólo se de las emociones que me transmite.
Por eso me encantó el concierto de el viernes con Magnetic Fields y Astrud, porque me emocionó. En casi todas las canciones sentía los escalofrios subir por mi espina dorsal.
Aunque tal vez no fue sólo la música, si no tambien el frio polar que hacía en el Palacio de Congresos.
Debido a ello he pasado el fin de semana en un estado lamentable, ardiendo de fiebre por la noche y sin poder dormir, para levantarme perfectamente, sólo que muy cansado y sin cerebro.
De este modo me arrastré el domingo por el rastro y el centro de Madrid. Sin embargo a la segunda noche seguida y viendo lo que llovía, despues de dejar a mi mejor mitad en el metro, opté por la mejor parte del valor, hice pellas y me fuí a mi casa a pasar el día leyendo, descansando, oyendo llover y tomando sopitas en lugar de venir a la oficina a hacer el tonto.
Me encuentró mucho mejor, gracias, pero cuando está mañana venía oyendo All my little words en el Bus, me ha vuelto a dar el escalofrio demostrandome que lo que sentí el viernes no era un catarro si no arte.
You said you were in love with me
Both of us know that's impossible
And I could make you rue the day
But i could never make you stay
Not for all the tea in China
Not if I could if i could sing like a bird
Not for all North Carolina
Not for all my little words
not if I could write for you the sweetest song you ever heard
Doesn't matter what I do
Not for all my little words
Now that you've made me want to die
You tell me you're un-boyfriend-able
And I could make you pay and pay
But i could never make you stay
Not for all the tea in China
Not if I could sing like a bird
Not for all North Carolina
Not for all my little words
not if I could write for you the sweetest song you ever heard
Doesn't matter what I do
Not for all my little words
Doesn't matter what I do
Not for all my little words
Definitivamente debo renovar el equipamiento electrónico de mi casa. Antes del verano me compré el ordenador y me hice con un home cinema, ahora tocan los electrodomesticos.
Esta decidido, debo cambiar sin falta de lavadora ya que la que tengo ahora me encoge la ropa. Por eso ha sido que esta mañana apenas me podia abrochar los pantalones. Si, ha sido por culpa de la lavadora.
Seis menos cuarto de la mañana, suena el despertador.
Es duro levantarse a esas horas, no sólo por que todavia no haya calles, no por el cansancio de haberse acostado hace apenas cinco horas, al fin y al cabo llego a casa a las nueve de la noche, habiendo salido a las seis y media y todavia me quedan millones de cosas por hacer. Ni siquiera por la temperatura, al fin y al cabo el frio glaciar del suelo y la ducha ayudan a un despertar más rapido.
Nada de eso me importa, al fin y al cabo lo pedí yo y el tener las tardes libres es algo que no se puede pagar con dinero, sin embargo no aguanto que en la radio sigan los programas de madrugada donde veces sensuales te dicen "tu y yo, llegando hasta el amanecer" mientras lucho con las legañas. Es superior a mi.
A veces la burocracia te da sorpresas y te hace la vida más sencilla. El otro día fui a solicitar la tarjeta de la seguridad social y solo esperá 5 minutos. Ayer al pedir el pasaporte no esperá nada, y esta mañana al ir a desayunar he pedido un montado, por error me han traido un bocata, y me han cobrado sólo el montado
Es bonito vivir fuera de la capital, tienes aire puro, un contacto más humano que en el centro, tranquilidad, sin problemas de tráfico y unas preciosas vistas a la sierra desde mi ventana. Por desgracia sólo esto ultimo es verdad.
Sin embargo, lo que realmente me gusta de vivir en el Centro de Universo Conocido es sacar el edredón y encender la calefacción el dieciocho de octubre sabiendo que ya no podré quitarla hasta abril. Con suerte.
A pesar de todo, ahora mismo sigo estando helado, y el meterse en la ducha por las mañanas es una tortura.
Sonando: Dos Policias Rebeldes (vaya macarrada de película, como mola)
Pasando el sabado en la oficina, sin demasiado trabajo, por no decir casi ninguno, dando vueltas por paginas de dvds y mirando el atasco continuo de la A-1 hago proposito de enmienda: pienso en reapuntarme al gimnasio, llevar al día las clases y volver a actualizar esto regularmente.
Espero al menos cumplir lo último, que no es como si no me pasasen cosas ultimamente que poder comentar.
Debo reactivar mi cerebro y volver a ponerlo en forma despues de los excesos cometidos.
Mi querida y amada jefa llevaba aplazando una reunión desde hace tiempo, desde antes de que yo me fuese de vacaciones en realidad, y no ha tenido mejor idea que ponerla esta tarde. Justo el mismo día que yo comenzaba mis clases de francés. Asi que he comenzado el curso llegando tarde. Nada mejor para congraciarse con la profesora. Y no he llegado diez minutos tarde, no, he llegado una hora tarde a una clase de dos. Genial.
Según iba en el tren me lo iba temiendo, sabía que iba a entrar en clase y me iba a convertir en el centro de atención, que me haría todas las preguntas y quedaría patente mi inutilidad para pronunciar y daría el espectaculo.
Así ha sido. He llegado, mi profesora de este año es como la profesora Rottenmeyer, aunque luego hablando con ella parece maja, y se ha emepezado a cachondear de mi, a hacerme preguntas y yo me esforzaba por hacer las Liasons.
Bueno, al menos ya me conoce toda la clase.
-¿Qué has traido de Amsterdam?
-Muchas menos neuronas de las que me llevé
Los últimos cuatro días los recuerdo con una sensación de irrealidad, no sólo por las drogas, si no por la falta de un horario fijo que tomar como referencia para colocar los sucesos.
Cuando nos metíamos en un coffeshop por la mañana, al salir tenía siempre la impresión de que eran las diez de la noche, cuando todavía no eran ni las 12 del mediodía. Esto me ocurría todas y cada una de las veces que nos metiamos a tomar algo.
Debido a ello, cuando el sabado por la tarde, en medio del barrio rojo, mi cuerpo dijo "basta" y los bordes de la visión se difuminaron, nada me sorprendía especialmente.
Nada ocurría en realidad, la calles no eran tan estrechas, las chicas que llamaban desde los escaparates no eran relevantes, lo único importante era seguir andando para llegar al hotel y tener un funeral vikingo con el ejercito de dragones que me acompañaba. Todavia me sorprendo de haber conseguido llegar y no caerme por la calle.
Menos mal que nos paso a todos y pudimos adoptar una resolución para que no se repitiese la patética situación de arrastrarnos amarillos por las calles: No volver a fumar sin beber tambien. El bajón nos había dado por tomar bebidas "inteligentes" y zumitos naturales, desde ese momento sólo beberiamos cerveza.
Ah si, la ciudad muy bonita. Holanda en lo social muy bien.
Le pregunto a google, y google me alegra informandome de que en Amsterdam las temperaturas oscilan entre los 14 y los 7 grados, y el cielo esta semicubierto.
Así que ahora me pondré a hacer la maleta, y meteré jerseys, y hasta una cazadora, para huir de este calor infernal que me tiene atontadoy poder ver el museo Van Gogh y los tulipanes.
El lunes más.
Sonando: Closedown - The cure
Todavia recuperandome de mi primeros dos días de vacaciones, ya si eso en otro moemnto digo cosas graciosas, dentro mis limites claro.
Que si estoy de vacaciones, estoy de vacaciones de todo y mi cerebro está en huelga.
Sonando: Mice feel Nice - Guided by voices
Mucho tiempo, demasiado tiempo en realidad, llevaba yo controlando mis impulsos, evitando la tentación, sin acercarme por lugares de pecado.
Tampoco es que haya sido realmente fiel, pero sólo fue un par de veces y obligado por circunstancias mayores. Sin embargo bastaron dos minutos ayer para echar a perder todo lo ganado en estos meses.
Mi novía se separó un minuto de mi y ahí me perdió.
Me abandonó a mi suerte, confiando en mi, pero mis instintos fueron más fuertes que mi voluntad. Y aunque es cierto que los dos primeros eran necesarios, el tercero ya fue por vicio.
Efectivamente, mis queridos lectores, ayer recaí en uno de mis mayores problemas: la compra impulsiva de Deuvedes.
Vuelvo a empezar el tratamiento. No puede ser que estemos a día 1 de mes y ya vaya pillado de dinero.